Libro de viajes
Afrika.
AFRIKA
Mi viaje a Afrika fue hace un año. Fui con mi familia a por mi nuevo hermano Ermiyas, lo habiamos adoptado y íbamos a pasar una semana a su lado, para conocerle mejor. No sabia hablar nuestro idioma, el castellano, solo sabia hablar amarik y no mucho, porque solamente tenia 4 años.
Lunes 29 de noviembre, 2010.
Estaba muy nerviosa, llevábamos tres años esperando a un nuevo hermano, y al fin podríamos verle en persona, y no en fotos. Se llamaba Ermiyas, es un nombre ethiope, muy bonito y no conocido.
Fue cuando cogimos las maletas y en cinco minutos ya estábamos en el coche. Vi mi casa a lo lejos, cada vez más y más.
Llegamos al aeropuerto y cogimos los billetes de ida y vuelta, mi madre estaba muy nerviosa, no se lo creía, pero sabia que todo iba a salir bien, o al menos eso esperaba. Estuvimos media hora esperando a que nos dijeran que entráramos al avión para ir a Roma. Cuando fuimos a sentarnos dentro del avión, nos dijeron que nos atáramos fuerte, que iba a despegar ya. Mi hermano ya estaba dormido, se llama Unax, y solamente tenia 8 años. Yo lo único que hice fue sentarme al lado de la ventana y mirar lo que se veía a trabes de ella.
Estuvimos horas y horas en el avión, hasta que llegamos a Roma, y de Roma cogimos otro avión destino a Ethiopia - Adís Ababa, la capital de Ethiopia. El lugar donde estaba mi nuevo hermano, Ermiyas.
Martes 30 de noviembre, 2010.
Aún no habíamos visto a a Ermiyas, y ya estábamos en Adís Ababa, el sitio era precioso, pero se podía ver mucha pobreza, no había casas, solamente chabolas a mano, que no aguantaban casi nada. Había niños andando descalzos y casi desnudos, sin padres. Era muy triste ver como estábamos nosotros, mirar alrededor y no poder hacer nada, solamente dar un poco de comida, juguetes y algo más, peor no había para todos.
Habíamos quedado con Dani, el nos iba a llevar a donde estaba Ermiyas, a la casa de acogida donde lo dejaron con 2 años, porque lo encontraron solo en la calle. Dani sabia hablar ingles, asique mas o menos nos podíamos comunicar gracias a el, aprendimos barias cosas en amaric pero casi no me acuerdo de ellos.
Eran las 12 de la mañana y nos dirigimos hacia la casa de acogida donde se encontraba mi hermano.
¡Por fin! habíamos llegado, estábamos en la puerta, con el coche de Dani, había un montón de niños jugando con lo que tenían, había un grupo jugando a pasarse un balón deshinchado, otros con una rueda de coche y los demás con lo que podían, se conformaban.
Dimos unos pasos después de bajar del coche, son quedamos quietos de lo increíble que era esa casa de acogida, era increíble lo felices que eran los niños, aunque no tuvieran padres, era impresionante lo fuertes que son, es increíble lo que pueden dar por un solo coche de juguete para compartirlo entre 20 niños. Intentamos ir mas rápido para ver a Ermiyas, suponíamos que estaba jugando entre todos esos niños. Dani salio del coche y nos señalo a un niño que estaba en el columpio, nos dijo en Ingles que era el, Ermiyas, al fin. Vimos lo feliz que estaba, mi madre camino más rápido que todos nosotros, acercándose a el, cuando ya estaba casi a un metro de el, Ermiyas se asusto, no sabia quienes eramos, Dani se acerco a donde mi madre y a donde Ermiyas lo más rápido posible para explicárselo a Ermiyas, aunque con 4 años no sabia mucho hablar ni leer y mucho menos escribir. Ermiyas del susto, salio corriendo del columpio y se metió en la casa, se encerró en el baño, y no quería salir, mi madre le insistió, pero de repente apareció la cuidadora que había tenido Ermiyas durante 2 años, era con la única que hablaba todos los días, en la que mas confiaba, le hizo caso y salio, la cuidadora le explico todo, y se tranquilizo.
Ya era la una, ellos comían inyera, la comida mas conocida de Ethiopia, esa simple y fácil de hacer, se comía con la manos, a mi no me gusto mucho, pero no iba a pedir mas de lo que tenían, ellos ya tenían bastante. Antes de comer, uno de los niños de ponía delante de todos y cogía la biblia y leía una hoja como mínimo, y después empezaban a comer. Ermiyas comía rápido y por comer tan rápido se ensuciaba demasiado, mi madre se acerco lentamente hacia el, y le limpio la camiseta, todos los niños de la mesa, le miraron con cara de envidia, tenían envidia de que Ermiyas tuviera una madre ha si, de que se fuera de aquel lugar tan peligroso para los niños. Cuando terminamos todos de comer, ponían música Ethiope y todos empezaban a bailar de una manera rara pero a la vez divertida, mis hermano pequeño empezó a saltar, nunca le había visto tan feliz, y tan animado, mi madre saco muchísimas fotos. Mi hermano Ermiyas estaba bailando entre muchos de ellos, yo era muy vergonzosa y no me anime.
Eran las 18:00, habíamos ido a dar una vuelta por el pueblo con Ermiyas, nos lo pasamos muy bien, pero cuando volvimos a la casa de acogida no había nadie, nos empezamos a preocupar, encendimos las luces y aparecieron todos los niños celebrando algo, en el suelo se veían dos vestidos preciosos típicos de Adís- Ababa de chica, y al lado otros tres de chico, preciosos. Entre todos los niños cogieron las ropas bailando a la vez, nos la empezaron a poner alegremente, mi madre estaba casi llorando de tanto cariño que le daban, mi padre estaba alucinando del regalo que le habían echo. Cuando ya nos habían vestido, pusieron la canción del mundial “ Canción del mundial de Sudáfrika (Waving´ Flag)- David Bisbal y K´naan) se ponían como locos con esa canción, pero especialmente la ponían por Ermiyas, porque la cantaba muchas veces, y también la bailaba. Ermiyas empezó a bailar, mi madre le grabo, y nos sacamos una foto, todos juntos, de recuerdo.
Mi madre esa misma noche, estuvo repartiendo juguetes que en casa no utilizábamos, y dio muchos caramelos de todos los sabores. Los niños, se fueron a la cama mucho mejor que los anteriores días, Ermiyas dormio con nosotros en el mismo cuarto.
Miercoles 31 de noviembre, 2010.
Al dia siguiente, no hicimos nada especial, nos desperto la cuidadora de Ermiyas, y muy amable, nos trago el desayuno a la cama. Nos trago colacau y una galletas echas por ella. Estaba muy rico, y lo comimos muy rapido. Despues de desayunar, le vestimos a Ermiyas con las ropas de Unax, de cuando era pequeño, y dimos una vuelta, a ver lagos, campos, etc.. era precioso, todo. Estuvimos fuera 3 horas con Dani, y comimos en un restaurante, no me gusto mucho la comida, pero se podía comer, estaba todo muy barato, había un montón de restaurantes, pequeños pero estaban bien, y tiendas a mogollón, tiendas que vendían de todo.
Después de comer, fuimos de nuevo a la casa de acogida, teníamos que aprovechar el ultimo día que nos queda vamos allí, lo íbamos a echar mucho de menos, habíamos aprendido muchas cosas gracias a todos ellos.
En la casa de acogida, lo ultimo que hicimos fue, dar ropa a los niños, y unos cuantos juguetes más, no nos hacia falta en casa, y no los íbamos a tirar. Los niños empezaron a jugar, y mis padres se fueron a echarse una siesta, no podían más. Yo y mi hermano Unax nos quedamos jugando con Ermiyas, queríamos aprovechar lo que nos quedaba.
Las cuidadoras empezaron a hacer la cena. Era tarde, mis padres se despertaron y fuimos todos a cenar, esta vez estaba rica la cena. Después de cenar estuvimos bailando en el patio, nos lo pasamos muy bien, pero nos dimos cuenta de que al siguiente día nos íbamos a ir y mi madre se puso a llorar, no se quería ir, no quería volver hasta dentro de unos días más pero nos teníamos que ir.
Después de esa noche, todos muy cansados, nos fuimos a la cama.
1 de Diciembre, 2010.
07:00 de la mañana, recogimos las maletas sin hacer ruido para no despertar a los demás. Les queríamos hacer el desayuno, les queríamos hacerse sentir como nos sentimos nosotros con ellos cuando vinimos, asique hicimos todo lo posible para que fuera perfecto el ultimo rato que nos íbamos a quedar allí.
Por fin se despertaron todos, les encanto el detalle, y desayunamos todos juntos, estuvimos media hora hablando entre mi familia y los que se iban a quedar en la casa de acogida, y les dimos las gracias por todo lo que habían echo por nosotros. Ermiyas aun no sabia que no iba a volver a verlos hasta dentro de unos años, cuando tuviéramos dinero para volver.
Cuando cogimos el coche para salir de allí, mi madre echo a llorar, mi hermano, Ermiyas también, veía a todos los niños diciéndole desde la puerta de la cas adiós, levantando las manos y agitándolas, como para darle el ultimo adiós. Le abrimos la ventana a Ermiyas y saco medio cuerpo, para decirles adiós, y unos segundos después volvió a entrar al coche.
Estabamos llegando al aeropuerto, mi madre ya se había tranquilizado, y a mi hermano también. Cuando llegamos al aeropuerto, nos despedimos de Dani, con unos grandes abrazos, y le dijimos que nos volveríamos a ver, lo mas pronto posible.
Entramos al aeropuerto y unas horas despues, cogimos el avion. De Ethiopia a Roma y de Roma a Nuestra Barcelona, y de Barcelona en coche hasta Irun, nuestra casa.
Mi viaje a Afrika fue hace un año. Fui con mi familia a por mi nuevo hermano Ermiyas, lo habiamos adoptado y íbamos a pasar una semana a su lado, para conocerle mejor. No sabia hablar nuestro idioma, el castellano, solo sabia hablar amarik y no mucho, porque solamente tenia 4 años.
Lunes 29 de noviembre, 2010.
Estaba muy nerviosa, llevábamos tres años esperando a un nuevo hermano, y al fin podríamos verle en persona, y no en fotos. Se llamaba Ermiyas, es un nombre ethiope, muy bonito y no conocido.
Fue cuando cogimos las maletas y en cinco minutos ya estábamos en el coche. Vi mi casa a lo lejos, cada vez más y más.
Llegamos al aeropuerto y cogimos los billetes de ida y vuelta, mi madre estaba muy nerviosa, no se lo creía, pero sabia que todo iba a salir bien, o al menos eso esperaba. Estuvimos media hora esperando a que nos dijeran que entráramos al avión para ir a Roma. Cuando fuimos a sentarnos dentro del avión, nos dijeron que nos atáramos fuerte, que iba a despegar ya. Mi hermano ya estaba dormido, se llama Unax, y solamente tenia 8 años. Yo lo único que hice fue sentarme al lado de la ventana y mirar lo que se veía a trabes de ella.
Estuvimos horas y horas en el avión, hasta que llegamos a Roma, y de Roma cogimos otro avión destino a Ethiopia - Adís Ababa, la capital de Ethiopia. El lugar donde estaba mi nuevo hermano, Ermiyas.
Martes 30 de noviembre, 2010.
Aún no habíamos visto a a Ermiyas, y ya estábamos en Adís Ababa, el sitio era precioso, pero se podía ver mucha pobreza, no había casas, solamente chabolas a mano, que no aguantaban casi nada. Había niños andando descalzos y casi desnudos, sin padres. Era muy triste ver como estábamos nosotros, mirar alrededor y no poder hacer nada, solamente dar un poco de comida, juguetes y algo más, peor no había para todos.
Habíamos quedado con Dani, el nos iba a llevar a donde estaba Ermiyas, a la casa de acogida donde lo dejaron con 2 años, porque lo encontraron solo en la calle. Dani sabia hablar ingles, asique mas o menos nos podíamos comunicar gracias a el, aprendimos barias cosas en amaric pero casi no me acuerdo de ellos.
Eran las 12 de la mañana y nos dirigimos hacia la casa de acogida donde se encontraba mi hermano.
¡Por fin! habíamos llegado, estábamos en la puerta, con el coche de Dani, había un montón de niños jugando con lo que tenían, había un grupo jugando a pasarse un balón deshinchado, otros con una rueda de coche y los demás con lo que podían, se conformaban.
Dimos unos pasos después de bajar del coche, son quedamos quietos de lo increíble que era esa casa de acogida, era increíble lo felices que eran los niños, aunque no tuvieran padres, era impresionante lo fuertes que son, es increíble lo que pueden dar por un solo coche de juguete para compartirlo entre 20 niños. Intentamos ir mas rápido para ver a Ermiyas, suponíamos que estaba jugando entre todos esos niños. Dani salio del coche y nos señalo a un niño que estaba en el columpio, nos dijo en Ingles que era el, Ermiyas, al fin. Vimos lo feliz que estaba, mi madre camino más rápido que todos nosotros, acercándose a el, cuando ya estaba casi a un metro de el, Ermiyas se asusto, no sabia quienes eramos, Dani se acerco a donde mi madre y a donde Ermiyas lo más rápido posible para explicárselo a Ermiyas, aunque con 4 años no sabia mucho hablar ni leer y mucho menos escribir. Ermiyas del susto, salio corriendo del columpio y se metió en la casa, se encerró en el baño, y no quería salir, mi madre le insistió, pero de repente apareció la cuidadora que había tenido Ermiyas durante 2 años, era con la única que hablaba todos los días, en la que mas confiaba, le hizo caso y salio, la cuidadora le explico todo, y se tranquilizo.
Ya era la una, ellos comían inyera, la comida mas conocida de Ethiopia, esa simple y fácil de hacer, se comía con la manos, a mi no me gusto mucho, pero no iba a pedir mas de lo que tenían, ellos ya tenían bastante. Antes de comer, uno de los niños de ponía delante de todos y cogía la biblia y leía una hoja como mínimo, y después empezaban a comer. Ermiyas comía rápido y por comer tan rápido se ensuciaba demasiado, mi madre se acerco lentamente hacia el, y le limpio la camiseta, todos los niños de la mesa, le miraron con cara de envidia, tenían envidia de que Ermiyas tuviera una madre ha si, de que se fuera de aquel lugar tan peligroso para los niños. Cuando terminamos todos de comer, ponían música Ethiope y todos empezaban a bailar de una manera rara pero a la vez divertida, mis hermano pequeño empezó a saltar, nunca le había visto tan feliz, y tan animado, mi madre saco muchísimas fotos. Mi hermano Ermiyas estaba bailando entre muchos de ellos, yo era muy vergonzosa y no me anime.
Eran las 18:00, habíamos ido a dar una vuelta por el pueblo con Ermiyas, nos lo pasamos muy bien, pero cuando volvimos a la casa de acogida no había nadie, nos empezamos a preocupar, encendimos las luces y aparecieron todos los niños celebrando algo, en el suelo se veían dos vestidos preciosos típicos de Adís- Ababa de chica, y al lado otros tres de chico, preciosos. Entre todos los niños cogieron las ropas bailando a la vez, nos la empezaron a poner alegremente, mi madre estaba casi llorando de tanto cariño que le daban, mi padre estaba alucinando del regalo que le habían echo. Cuando ya nos habían vestido, pusieron la canción del mundial “ Canción del mundial de Sudáfrika (Waving´ Flag)- David Bisbal y K´naan) se ponían como locos con esa canción, pero especialmente la ponían por Ermiyas, porque la cantaba muchas veces, y también la bailaba. Ermiyas empezó a bailar, mi madre le grabo, y nos sacamos una foto, todos juntos, de recuerdo.
Mi madre esa misma noche, estuvo repartiendo juguetes que en casa no utilizábamos, y dio muchos caramelos de todos los sabores. Los niños, se fueron a la cama mucho mejor que los anteriores días, Ermiyas dormio con nosotros en el mismo cuarto.
Miercoles 31 de noviembre, 2010.
Al dia siguiente, no hicimos nada especial, nos desperto la cuidadora de Ermiyas, y muy amable, nos trago el desayuno a la cama. Nos trago colacau y una galletas echas por ella. Estaba muy rico, y lo comimos muy rapido. Despues de desayunar, le vestimos a Ermiyas con las ropas de Unax, de cuando era pequeño, y dimos una vuelta, a ver lagos, campos, etc.. era precioso, todo. Estuvimos fuera 3 horas con Dani, y comimos en un restaurante, no me gusto mucho la comida, pero se podía comer, estaba todo muy barato, había un montón de restaurantes, pequeños pero estaban bien, y tiendas a mogollón, tiendas que vendían de todo.
Después de comer, fuimos de nuevo a la casa de acogida, teníamos que aprovechar el ultimo día que nos queda vamos allí, lo íbamos a echar mucho de menos, habíamos aprendido muchas cosas gracias a todos ellos.
En la casa de acogida, lo ultimo que hicimos fue, dar ropa a los niños, y unos cuantos juguetes más, no nos hacia falta en casa, y no los íbamos a tirar. Los niños empezaron a jugar, y mis padres se fueron a echarse una siesta, no podían más. Yo y mi hermano Unax nos quedamos jugando con Ermiyas, queríamos aprovechar lo que nos quedaba.
Las cuidadoras empezaron a hacer la cena. Era tarde, mis padres se despertaron y fuimos todos a cenar, esta vez estaba rica la cena. Después de cenar estuvimos bailando en el patio, nos lo pasamos muy bien, pero nos dimos cuenta de que al siguiente día nos íbamos a ir y mi madre se puso a llorar, no se quería ir, no quería volver hasta dentro de unos días más pero nos teníamos que ir.
Después de esa noche, todos muy cansados, nos fuimos a la cama.
1 de Diciembre, 2010.
07:00 de la mañana, recogimos las maletas sin hacer ruido para no despertar a los demás. Les queríamos hacer el desayuno, les queríamos hacerse sentir como nos sentimos nosotros con ellos cuando vinimos, asique hicimos todo lo posible para que fuera perfecto el ultimo rato que nos íbamos a quedar allí.
Por fin se despertaron todos, les encanto el detalle, y desayunamos todos juntos, estuvimos media hora hablando entre mi familia y los que se iban a quedar en la casa de acogida, y les dimos las gracias por todo lo que habían echo por nosotros. Ermiyas aun no sabia que no iba a volver a verlos hasta dentro de unos años, cuando tuviéramos dinero para volver.
Cuando cogimos el coche para salir de allí, mi madre echo a llorar, mi hermano, Ermiyas también, veía a todos los niños diciéndole desde la puerta de la cas adiós, levantando las manos y agitándolas, como para darle el ultimo adiós. Le abrimos la ventana a Ermiyas y saco medio cuerpo, para decirles adiós, y unos segundos después volvió a entrar al coche.
Estabamos llegando al aeropuerto, mi madre ya se había tranquilizado, y a mi hermano también. Cuando llegamos al aeropuerto, nos despedimos de Dani, con unos grandes abrazos, y le dijimos que nos volveríamos a ver, lo mas pronto posible.
Entramos al aeropuerto y unas horas despues, cogimos el avion. De Ethiopia a Roma y de Roma a Nuestra Barcelona, y de Barcelona en coche hasta Irun, nuestra casa.